Familias enteras se reúnen año tras año alrededor del pesebre con gran esperanza y devoción. El espíritu de la navidad trae consigo momentos de Amor y grandes alegrías, ese es el propósito de Dios para que las familias del mundo permanezcan unidas; Este motivo ha incitado mi espíritu a realizar El Pesebre Más Grande del Mundo, como parte de la celebración de una gran fiesta que conmemora el nacimiento del niño Jesús, y así lograr que padres e hijos puedan reunirse y compartir un espacio único en unión familiar, donde todos seremos invitados de honor a un acontecimiento que sin lugar a dudas marco la historia de la humanidad en un antes y un después.

Las familias se reencontran en un espacio lleno de magia e historia, donde se retomen los valores de respeto, alegría y amor en la mejor época del año; logrando rescatar la esencia de la navidad en un lugar que nos brinda la oportunidad de trasladarnos en el tiempo, a vivir una navidad diferente para grandes y pequeños, interactuando de manera extraordinaria el cumpleaños del niño Jesús, a una escala real, en este nuevo siglo.